La fuerza femenina es un recipiente donde se recibe el amor y la fuerza de la creación, la integridad femenina que hace que toda la creación tenga este sentido de dulzura, de sensibilidad, de intuición, de cuidado, de poder ver y observar lo que los demás también necesitan. Aparte de observarte y mirar lo que requieres para ti, es muy importante trabajar con tu lado femenino receptivo y estar más abierta a recibirte, a querer recibir tu fuerza y tomarla para recibir al hombre, a lo masculino, al amor. Y así, poderse entregar a esta fuerza masculina que si está bien aspectada, bien orientada y bien guiada, es el regalo más grande que una mujer puede tener. Lo mismo que un hombre, cuando la mujer está bien aspectada, bien situada, es el mejor regalo que un hombre puede tener. Y juntos, lo femenino y lo masculino, se complementan y son la totalidad, la creación, son la unidad de Dios, la perfección de mi Padre. Cuando lo masculino y lo femenino están bien aspectados, abiertos y están trabajando cada uno en sus aspectos activo y receptivo, se manifiesta la unidad de Dios funcionando en su perfección; y eso hermana mía y hermanos, reside en su corazón. Cada vez que ustedes unifiquen su masculino y su femenino y unifiquen esa totalidad en ustedes, están siendo ese foco de luz completo y perfecto que radia la perfección de Dios.
Mensaje del Arcángel Miguel, canalizado por Malena Carrión
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